domingo, 17 de enero de 2010

RECORDEMOS LA INFANCIA


Me acuerdo de un profesor que tuve en mi infancia que me enseño como funcionaban los pulmones. Con materiales corrientes, globos, algodón y otros, nos dio una clase sobre una parte del cuerpo humano y además nos dio una gran lección sobre lo perjudicial que es para la salud fumar, me impactó mucho. Pienso en ello alguna vez y a muchas veces los cuento a la gente, se me quedó gravado en la memoria.

Creo que un buen aprendizaje consta no sólo de que el profesor sepa enseñar, sino de los diversos métodos cognitivos, motivadores, y diversas estrategias de aprendizaje que favorece que el alumno pueda tener esos conocimientos no solo temáticos sino conocimientos sobre valores humanos, que tenga conciencia de lo verdaderamente importante de la vida.

Con ello quiero decir que el profesor tiene una tarea muy importante para que el alumno adquiera todos esos conocimientos, la tarea de hacer que el niño quiera aprender, que le motive y le lleve por el camino correcto. Si lo consigue será cuando el niño aprenderá realmente porque quiere, no se le olvidará y aplicará lo aprendido en la vida.

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